Corea del Sur redujo de forma significativa el número de nuevos casos de coronavirus (Covid-19) al mismo tiempo que conservó, al parecer, una tasa de mortalidad relativamente baja.
La lucha contra el Covid-19, considerado una "pandemia" por la OMS, se ha convertido en una prioridad de política pública a nivel mundial. Sin embargo, las estrategias aplicadas por la mayoría de gobiernos occidentales parecen moverse en un terreno frágil en el que la improvisación y la falta de rumbo cada día.
Este país registra al menos 8,086 infecciones. De estas, 7,300 son casos activos, ya que hay 714 personas curadas y solo se han presentado 75 fallecimientos.
A finales de febrero fue el primer país en superar a China en cantidad de nuevos infectados con coronavirus. La epidemia alcanzó un pico alarmante el 29, cuando se llegó a 909 casos reportados en un solo día.
Medidas para combatir el coronavirus
Al contrario de China, que escogió confinar a millones de personas, Corea del Sur adoptó una estrategia que combina información al público, participación de la población y una campaña masiva de pruebas.
Por más que el Gobierno tenga un buen plan de contención y sepa lo que hay que hacer, sin un buen sistema sanitario de base, difícilmente pueda combatir una epidemia de estas características. Si tan pocas personas sufrieron complicaciones severas por el coronavirus en Corea del Sur es también porque tiene una sanidad de primer nivel.
El PIB per cápita a precios constantes es de 26,761 dólares, muy lejos, por ejemplo, de su vecino Japón, que está en 48,919 dólares, o de Singapur, que está en 58,247. Sin embargo, tiene un Índice de Desarrollo Humano de 0,906 (22º a nivel global) y una expectativa de vida de 83 años (7ª más alta).
"Corea tiene uno de los mejores sistemas de salud del mundo. Los pacientes tienen acceso a los mejores equipos médicos, incluyendo respiradores mecánicos, que son muy importantes en las unidades de cuidados intensivos", sostuvo Chowell.
El traslado de los enfermos (antes de ser diagnosticados positivos) son monitoreados a través de imágenes de videovigilancia, utilización de su tarjeta bancaria o de la situación de su celular, y luego publicados para saber donde hay brote del virus.
Con el control del GPS de los pacientes ambulatorios, lo que permitió crear un mapa en tiempo real para comprobar que se cumpla en cuarentena. Pero la mayoría de las personas consideran que es un costo necesario para minimizar la propagación de la enfermedad.
Se envían mensajes de texto a las personas cuando un nuevo caso es detectado cerca de sus casas o de su trabajo, una estrategia que levantó interrogantes sobre la protección de la vida privada, pero que condujo a muchos a hacerse las pruebas.
Esto llevó a que ese país hiciera más tests que cualquiera, a un ritmo de unos 10,000 por día, lo que posibilitó enfrentar temprano los focos de infección.
El país dispuso 500 clínicas y más de cuarenta clínicas ambulantes, para reducir los contactos entre enfermos potenciales y trabajadores de la salud.
Corea del Sur aprendió de sus propios errores y especialmente de la carencia de pruebas disponibles en la crisis en 2015 del síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS), el país asiático prefirió persuadir a sus ciudadanos de actuar con precaución
Se aceleró los procedimientos para poner en el mercado las pruebas. Así, unas semanas después de la aparición del coronavirus en China, Corea del Sur autorizó suministrar a las clínicas un nuevo test para diagnosticar el Covid-19 en seis horas.
Además, las autoridades lanzaron una campaña de "distanciamiento social", exhortando a la gente a quedarse en sus casas y reducir los contactos.
Fuente: Infobae, EFE
