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| El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. |
“Para mí, las pausas humanitarias significan, ante todo, (el regreso de) los cautivos retenidos (…) No habrá tregua humanitaria sin ellos”, dijo Gallant a los medios.
Este tipo de declaraciones se producen tras otras similares de dirigentes israelíes, entre ellos el primer ministro Benjamin Netanyahu, quien se negó a aceptar un alto el fuego humanitario, a pesar de que el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken viajó recientemente a Israel con la intención de propiciar una tregua temporal que aliviara la grave crisis humanitaria a la que se enfrenta la población civil de Gaza.
El gobierno israelí afirma que Hamás mantiene retenidos a 239 rehenes de 27 nacionalidades, entre los que figuran bebés, niños, mujeres y ancianos, después de que el grupo islamista liberara a cuatro mujeres y las tropas israelíes rescataran a una militar.
Al mismo tiempo, Israel recibe cada vez más presiones internacionales, ya sea de la ONU, de Estados Unidos —su principal aliado— o de países de todos los continentes, para que acepte un alto el fuego humanitario en la Franja de Gaza.
El conflicto bélico, que este martes cumple un mes, ha dejado en el territorio palestino más de 10.300 muertos, casi 26.000 heridos, 2.450 desaparecidos y 1.5 millones de desplazados, según datos de las autoridades gazatíes, debido al colapso de los hospitales y a la escasez de agua potable, alimentos, medicinas, electricidad y combustible.
Gallant calificó el martes la Franja de Gaza de “la mayor base terrorista jamás construida por la humanidad” y aseguró que sus tropas han atacado a las milicias palestinas “desde todas las direcciones, en perfecta coordinación con las fuerzas marítimas y aéreas” y están “estrechando el control” en torno a la ciudad de Gaza.
Como se recuerda, Israel declaró la guerra a Hamás el 7 de octubre, a raíz de un ataque del brazo armado del grupo terrorista que dejó más de 1400 muertos y 5400 heridos, en su mayoría civiles.
