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| Miembro de la escuela de samba Mocidade desfila en durante las celebraciones de Carnaval en el sambódromo en Río de Janeiro, Brasil. (Foto: AP) |
Río de Janeiro pospuso la realización de su desfile anual del Carnaval y señaló que el espectáculo mundial no puede efectuarse debido a la continua vulnerabilidad de Brasil ante la pandemia.
La Liga Independiente de las Escuelas de Samba (LIESA) anunció este jueves (24.09.2020) que la propagación del coronavirus ha hecho que sea imposible llevar a cabo con seguridad los desfiles tradicionales que son un pilar cultural y, para muchos, una fuente de sustento.
"El Carnaval es una fiesta de la que dependen muchos trabajadores humildes. Las escuelas de samba son instituciones comunitarias y los desfiles son sólo un detalle de todo eso", dijo en entrevista Luiz Antonio Simas, historiador que se especializa en el Carnaval de Río, según informa AP.
El Ayuntamiento de Río de Janeiro aún debe anunciar una decisión sobre las fiestas callejeras del Carnaval que también se realizan a lo largo y ancho de la ciudad, sin una vacuna contra el virus del PPCh, es incierto cuándo se podrán volver a realizar eventos públicos grandes.
"Debemos esperar los próximos meses para que se defina si habrá vacuna o no, y cuándo se efectuará la inmunización", dijo Castanheira, presidente de LIESA, a la prensa en Río. "No tenemos las condiciones de seguridad para establecer una fecha".
El primer caso confirmado de coronavirus en Brasil se registró el 26 de febrero, un día después de que terminó la edición de este año del Carnaval. A medida que el número de infecciones creció, las escuelas se samba que participan en el desfile anual suspendieron los preparativos para el evento de 2021.
En la década de 1930, el Carnaval era celebrado en salones de baile y en forma desordenada en las calles. Los desfiles pasaron al sambódromo en la década de 1980, convirtiéndose en la personificación por excelencia del Carnaval en Río.
Las escuelas de samba suspendieron la construcción de sus carrozas, la costura de sus disfraces, los ensayos de baile y también proyectos sociales.
Hace un siglo, el Carnaval de Río se suspendió en 1912 debido a la muerte del canciller. El alcalde de Río, entonces capital de Brasil, pospuso durante dos meses todas las autorizaciones para el Carnaval de las asociaciones de danza.
La Segunda Guerra Mundial no impidió que se llevaran a cabo las celebraciones. La gente abarrotaba las calles todos los años durante las más de dos décadas de dictadura militar hasta 1985. Los censores del gobierno revisaban disfraces, carrozas y letras.
En 2020, el Carnaval del Río de Janeiro atrajo a 2,1 millones de visitantes y generó 725 millones de dólares, según Riotur.
