Ahora los cadáveres podrán convertirse en abono natural para contribuir con el medio ambiente.
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| El proceso de descomposición de un cuerpo humano depende mucho del ambiente, el estado de la tierra y las bacterias. |
El Senado estatal de Washington, Estados Unidos, aprobó el pasado 25 de abril una ley que permite convertir los restos humanos en abono natural. Solo se espera la firma del gobernador, Jay Inslee, para un visto bueno final para que sea del todo una realidad. Lógicamente, ese propósito ha creado una polémica en los habitantes de dicha localidad.
"Polvo eres y en polvo te convertirás", describe la escritura biblica en Génesis 3:19 una forma de definir lo que ocurre con nuestro cuerpo una vez que se apaga la luz de la vida.
Al parecer esta frase se aproxima a ley aprobada en Washington, donde han decidido convertir el cuerpo humano; en vez del polvo a un compostaje perfecto para jardines y cultivos en general, donde los restos humanos serán los cimientos de un jardín florecido a las puertas de una casa o pueden servir para las raíces de los árboles.
El antropólogo forense Daniel Wescott, afirma que al cuerpo humano le toma meses degradarse en la tierra y todo depende de la calidad del suelo, un ambiente seco, el cuerpo puede terminar momificado. En zonas más húmedas, un rostro puede degradarse hasta llegar a los huesos en pocas semanas.
"Si tienes una buena cantidad de actividad de bacterias, en un mes el cuerpo humano ya debería estar degradado en la tierra", le dijo Wescott a la BBC.
En Estados Unidos, más del 50% de los cuerpos en 2016 fueron cremados, no enterrados. Y los que son enterrados van dentro de ataúdes de madera, que ralentizan el proceso de degradación.
Pasar de enterrar un cadáver humano para transformarlo en polvo natural para alimentar las raíces de los árboles, además de cualquier discusión, esta iniciativa que busca contribuir al medio ambiente.
El cuerpo humano es uno de los factores más contaminantes para el medio ambiente debido a su forma retardada de degradar, algo que genera gases que contaminan el medio ambiente de forma prolongada. Con un proceso que llevaría solo 30 días, ese problema ambiental sería considerablemente reducido, pues convirtiendo el cadáver en fertilizante, los gases contaminantes no afectarían la naturaleza de la misma manera.
Nina Schoen, una de la promotora de la iniciativa de convertir el cuerpo humano en abono natural, dijo a la BBC: "Lo más importante, es que mi cuerpo sea capaz de devolverle a la Tierra lo que ella hizo por mí cuando yo estaba viva y, a través de ese proceso, crear nuevas fuentes de vida".
Sin embargo, puede convertirse en un método que no solo contribuye a la naturaleza, sino que también eliminar las enfermedades que el contagio contiene en un cadáver.
Finalmente, es importante tener en cuenta que este nuevo método para tratar los cuerpos y convertirlos en abono ha sido estudiado por investigadores de la Universidad de Washington que realizan el proceso normal de compostaje, pero en este caso, se agrega una mezcla de materiales biodegradables que lo convierten en residuos transformándose en un nuevo abono natural.
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