Increíble. Ahora se sabe que desde 2016 ya era de conocimiento del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) las millonarias coimas que recibió el expresidente Alejandro Toledo junto a varios personajes de su periodo, pero que la Fiscalía de la Nación y el Poder Judicial no hicieron nada para evitar que se fugara a Estados Unidos, donde está viviendo a cuerpo de rey entre soleadas playas y lujosos restaurantes, riéndose de todos los peruanos.
La protagonista en esta triste historia es la exministra de justicia de PPK, Marisol Pérez Tello, proveniente de las filas de Partido Popular Cristiano (PPC) quien no hizo nada para lograr la extradición del llamado sano y sagrado, pese a que era la jefa del procurador que veía el caso.
De esta forma PPK, su ministra, jueces y fiscales facilitaron la fuga de Toledo y deberán responder por esta confabulación para enredar los dos procesos de Toledo a fin de no extraditarlo. En esta farsa fueron también protagonistas el juez Abel Concha quien trabajó para enredar el asunto y no pedir la extradición, así como el fiscal Hamilton Castro que hizo lo mismo a favor del líder del desaparecido partido Perú Posible.
Recordemos las fuertes críticas que le lanzaron a la exministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, luego de que esta dijera que se sentía "indignada y avergonzada" porque el expresidente Alejandro Toledo no decidía volver al Perú.
Sus críticos dieron a entender entonces que Pérez Tello no sabía dónde estaba parada, de manera que no se preocupó nunca por extraditar al prófugo exmandatario.
"Marisol, con todo respeto, eso, pues, podría decirlo si es una ciudadana cualquiera, si es una congresista, incluso. Pero, ¿cómo va a decir que le genera vergüenza e indignación que Alejandro Toledo no venga?", criticó el periodista Christian Hudtwalcker en su programa.
Luego explicó que "partamos de cuestiones lógicas: Si hay todos los elementos de prueba -que parece, los hay- para decir que Alejandro Toledo recibió una coima, es un coimero. Y si es un coimero, es un delincuente. Y si es un delincuente, ¿qué le hace pensar a la ministra que Alejandro Toledo va a regresar por su propia voluntad?", dijo.
"Yo me preocupo porque si la ministra de Justicia dice esto me da la impresión que no sabe dónde está parada. Ella no está para indignarse ni sentir vergüenza, ella está para encargarse de que Estados Unidos acepte todas las peticiones de la Justicia peruana", señaló.
Es por esto que en el Año de la Lucha contra la Corrupción, parece que nuestra justicia tiene favoritos, o al menos intocables; si no, no se explica cómo después de dos años de que se determinara la prisión preventiva para el expresidente. Alejandro Toledo, sigue tan feliz, viviendo sin mayores problemas en Estados Unidos.
La historia de Toledo no es nueva
Ha sido un personale fuerte de Odebrecht en el Perú, Jorge Barata quien reveló cómo sobornaron al exmandatario con 20 millones de dólares para la construcción de la carretera Interoceánica Sur.
Y como pareciera que la suerte siempre le sonríe, salió del país en enero del 2017, pocos días antes de que se dictara la prisión preventiva en su contra. Dicen que en política no hay casualidad, y resulta que quienes siempre reciben las primicias del Ministerio Público fueron más que cercanos a los Toledo-Karp.
Lo cierto es que fue durante la gestión del entonces fiscal de la Nación Pablo Sánchez que Toledo levantó vuelo. Incluso el propio ministro de Justicia, Vicente Zeballos, ha señalado que el Estado Peruano no cuenta con un abogado para que siga el caso de la extradición del mandatario en Estados Unidos. Se nota que no es un asunto prioritario también para el gobierno de Vizcarra.
Lo cierto es que se dijo que Kuczynski había hablado con Donald Trump por teléfono por el Caso Toledo y que cuando el tema del expresidente quemaba, PPK tuvo que viajar a Estados Unidos. La rapidez culminó con una publicación en redes sociales de Eliane Karp: "¡Qué vergüenza, PPK, tú que tantos negocios y lobbies has hecho! No me hagas hablar, ¡pero sé lo que hiciste la última vez!". Esto lo dijo la exprimera dama en tono de amenaza.
El Caso Toledo ya parece ser un tema tabú en nuestro país. Ni al presidente Martín Vizcarra, tan locuaz para criticar a las cabezas de otros poderes, se le ha movido una ceja por la lentitud y parsimonia de su ministro de Justicia.
Entre tanto, Alejandro y Eliane siguen disfrutando del sol de California, de las playas de Florida, de los viajes, de las cenas en exquisitos restaurantes. Nunca faltará un peruano que le tome una foto, que sus compras en el supermercado se viralicen y se conoscan por la redes.
Recordemos que el congresista Héctor Becerril había arremetido en contra del oficialista Carlos Bruce, quien se había pronunciado en contra de la denuncia constitucional al fiscal de la Nación Pablo Sánchez. Así, aseguró que el parlamentario de Peruanos Por el Kambio buscaba defender y blindar al jefe de Estado Pedro Pablo Kuczynski.
"Yo entiendo a los oficialistas, y sobre todo a Bruce, que salgan a defender con todo al fiscal de la Nación, porque él fue quien dejó escapar a Alejandro Toledo. De solo taquito, Bruce al blindar a Pablo Sánchez también protege a su presidente por lo que se hizo en la Interoceánica. Entre corruptos se defienden", dijo.
Al mismo tiempo, Becerril afirmó que el ministro de Vivienda "está pagando el favor de que lo hayan nombrado ministro".
"Es la clásica de los mediocres porque viven congelados en el pasado, sus neuronas no les dan más para discernir lo que ocurre realmente. Que me diga, ¿es inconstitucional que se investigue al fiscal de la Nación? No", refirió entonces.
Soborno de 20 millones de dólares
El 21 de enero de 2006, los presidentes de Perú y Brasil, Alejandro Toledo y Luiz Inacio Lula da Silva sostenían triunfantes los extremos de la cinta recién cortada sobre el puente que une a Perú con Brasil a través de Acre y Madre de Dios.
Dos presidentes democráticos, ambos salidos de la pobreza y curtidos por la adversidad, unían a dos naciones a través de lo que los separó por los siglos: La selva y ese puente empalmaba con la carretera cuyo propósito visionario era no solo unir al Brasil con Perú sino a este consigo mismo, desde la Costa, por el Ande hasta la Amazonia por obra de una denodada ingeniería civil.
Todas las empresas que participaban en este empeño eran brasileñas y peruanas, bajo el liderazgo de la entonces prestigiosa y poderosa constructora Odebrecht. Era uno de esos momentos infrecuentes en los que la política y la épica parecen encontrarse y a veces, en realidad, se encuentran.
Toledo está prófugo de la justicia peruana, en Stanford, reclamando ser un perseguido político. Odebrecht perdió poder, prestigio y lucha por sobrevivir, luego de confesar gran parte de sus delitos y pasar por la expiación de penas, descabezamientos, humillaciones, multas y profundas reformas.
IDL-Reporteros publicó en exclusiva videos inéditos de la confesión de Jorge Barata ante fiscales brasileños, donde relató minuciosamente cómo y cuándo se negoció la coima (finalmente de 20 millones de dólares pagados a Alejandro Toledo a través de la organización de Maiman) para ganar la buena pro de la Interoceánica y llevar adelante la obra.
¿Fueron estos todos los sobornos que se realizaron para otorgar a Odebrecht la Interoceánica Sur y pagarle luego callados todos los sobrecostos con los que esta compañía transformó hasta las coimas en una lucrativa inversión?
La respuesta encontrada por IDL Reporteros es directa: No.
La investigación determina que la coima a Toledo fue, digamos, la coima macro, la que hizo posible obtener la obra. Luego, durante su ejecución, hubo una segunda coima, mucho menor, que permitió que el consorcio liderado por Odebrecht cobrara más rápido.
Y entre la coima grande y pequeña hubo un caso muy importante de conflicto de interés: El diseño de instrumentos financieros que permitieron al consorcio mantener liquidez, por Westfield, la empresa de Pedro Pablo Kuczynski, que contrató, ejecutó y cobró mientras PPK servía como ministro en el gobierno de Toledo.
Odebrecht en Perú fue interrogado por los fiscales brasileños sobre la Carretera Interoceánica Sur el 15 de diciembre de 2016.
Barata contó que a mediados de 2004 fue abordado en un evento en Palacio por Avi Dan On, entonces jefe de seguridad y persona de extrema confianza de Alejandro Toledo, quien fue enviado por el presidente para pedir un "beneficio" a cambio de que el consorcio liderado por Odebrecht (conformado también por Graña y Montero, JJ Camet e ICCGSA) ganaran la licitación de los tramos 2 y 3 de la Interoceánica. Luego de varias negociaciones que concluyeron en el hotel Copacabana Marriott de Río de Janeiro, se pactó el monto de 35 millones de dólares, de los que Odebrecht terminaría pagando solo 20 millones.
Durante el último año de gestión del gobierno de Toledo, se aprobaron tres adendas para cada tramo de la Interoceánica Sur.
La primera y la segunda adelantaron pagos y modificaron conceptos de transitabilidad.
La tercera, firmada solo dos días antes del cambio de mando, el 26 de julio se introdujo, entre otros cambios, un nuevo instrumento financiero para facilitar a la empresa la obtención de financiamiento rápido para construir la obra: Los Certificados de Reconocimiento de pago del Pago Anual por Obras (CRPAO) fueron un mecanismo "muy innovador", según Barata
